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2.12.20

"FELICIDAD" (Happiness) de Tod Solondz

HAPPINESS (Click aqui para ver el filme)








Título original
Happiness


Año
Duración
139 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos

Sinopsis
Irónica, crítica e inmisericorde comedia sobre los miembros de una familia de un suburbio de New Jersey. Un matrimonio a punto de divorciarse, tres hermanas y sus maridos, novios y amantes ocasionales. Tras una aparente normalidad, todos los personajes ocultan algún secreto y alguna que otra perversidad. (FILMAFFINITY)

Dirección
Guion
Todd Solondz
Música
Robbie Kondor
Fotografía
Maryse Alberti
Reparto
Productora
Good Machine, Killer Films
Género
DramaComedia | Comedia negraComedia dramáticaHistorias cruzadasCine independiente USAAbusos sexuales

Premios
1998: Festival de Cannes: Premio FIPRESCI
1998: Festival de Toronto: Mejor película
1998: National Board of Review: Mejor reparto
1998: Globos de Oro: Nominada al Mejor guión
1998: Círculo de Críticos de Nueva York: 3 nominaciones inc. Mejor película
1998: Premios Independent Spirit: 3 nominaciones incluyendo mejor director
Críticas

Todd Solonz no piensa que la felicidad es un trago de vino por el camino o vivir el cariño como los niños. Tras ¿Bienvenidos a la casa de muñecas -perturbadora miniatura sobre la temprana soledad del freak preadolescente: sólida revelación de Sundance en tiempos de esclerosis indie- el cineasta da un paso de gigante con esta feroz radiografía de una imagen de la felicidad tan asumida -y erosionable- como es el retrato de familia. Las vidas de tres hermanas -una escritora de éxito, una feliz madre de familia y una sensible solitaria- dan pie a Solondz para elaborar un fresco de la miseria cotidiana -enmudecedor, escalofriante¿ pero divertidísimo- que halla su logro más excepcional en la perversa -casi diabólica- modulación de su tono. Apiñes se abra con una secuencia precréditos de verdadera antología: la situación cotidiana de una ruptura sentimental en el marco de un restaurante de lujo experimental, en las rasputinianas manos del director -maestro de la observación lacerante y el giro narrativo a traición-, tantas y tan afortunadas agresiones al horizonte de expectativas del espectador que este no puede sino rendirse ante el magisterio de Solondz como kamikaze de la sutileza. Ese prólogo marca el tono de la agresiva propuesta del cineasta: el film seguirá atravesando lugares comunes¿ para desollarlos con finísima elegancia. Por su pesimismo sin concesiones y su esquinado sentido del humor, Apiñes podría considerarse un trabajo cercano a Your Friends & Neighbors, del pulcro misántropo Neil LaBute. Pero las diferencias entre un trabajo y otro no son precisamente pequeñas: frente a la mirada cínica y desapasionada de mormón cruel de LaBute, Solondz -como el Santiago Lorenzo de la modélica, talentuda Mamá es boba- parece conocer desde dentro -desde la mismísima piel de algunos de sus personajes- muchos de los infiernos íntimos que crudamente retrata.Comedia cruel y coral de impecable estructura, Apiñes consigue provocar la carcajada con situaciones más allá de lo soportable: la melancolía sexual del autor de obscenas llamadas telefónicas, el tormento interior del pederasta felizmente casado, la aletargada virilidad del adolescente en flor, la fobia venérea de la asesina accidental, y la sed de abismo de la triunfadora son solo algunas de las imprevisibles fuentes de hilaridad propuestas por Solondz, el tipo de individuo capaz de hacernos cosquillas en el funeral de nuestro propio hilo. Capturando este paisaje humano desolador con la esencializadora puntería de una tira cómica y con el afilado ingenio de una telecomedia de oro, Solondz traspasa ampliamente los límites no ya de lo políticamente correcto, sino de lo humanamente prudente y consigue algunas de las escenas más inolvidables -tan inolvidables como una patada en la boca- del reciente cine norteamericano: la conversión entre compañeros de oficina incapaces de recordar el rostro de su compañero fallecido o el diálogo final entre el padre pederasta y el hijo de sexualidad perpleja confirman la habilidad del cineasta para provocar emociones encontradas, para incomodar gratificando. Quienes vieron en Bienvenidos a la casa de muñecas una ópera prima prometedora estaban en lo cierto. Apiñes lo confirma: ha nacido un genio.




27.11.20

MARADONA By KUSTURICA


(Click aqui en el título para ver el filme)




sinopsis

El famoso director Emir Kusturica dirige una extraordinaria recreación de la caída y resurreción de Diego Armando Maradona: héroe deportivo, campeón del pueblo, ídolo caído e inspiración de millones de personas. Con un accesso sin precedentes con el mismo Maradona, Kusturica lleva al público a un viaje íntimo a los lugares y las personas más cercanas a este dios del fútbol.

título internacional: Maradona by Kusturica
título original: Maradona by Kusturica
país: España, Francia


año: 2006
género: documental
dirección: Emir Kusturica
guión: Emir Kusturica
reparto: Diego Maradona
fotografía: Rolo Pulpeiro
montaje: Svetolik MIica Zajc


 

En ‘Maradona por Kusturica‘, el realizador serbio celebraba la increíble historia de Diego Maradona: héroe deportivo, Dios vivo del fútbol, artista brillante, campeón del pueblo, caído ídolo e inspiración para millones de personas en todo el mundo. Desde Buenos Aires a Nápoles, así como Cuba, Emir Kusturica traza la vida de este extraordinario hombre, desde sus humildes comienzos hasta su fama mundial, desde el más espectacular ascenso hasta su trágica caída. Un documental único sobre «el jugador del siglo» filmado por su mayor admirador y que se llegó a proyectar, aunque fuera de concurso, en el Festival de Cannes de 2008.




EL ENCUENTRO ENTRE KUSTURICA Y MARADONA

En 2005, Emir Kusturica anuncia oficialmente su proyecto documental sobre Diego Maradona: «Es la primera película que abordará todos los aspectos de la vida de Maradona». El multipremiado director, con dos Palmas de Oro y numerosos premios internacionales, filmará al mejor jugador de todos los tiempos. La noticia ocupó los titulares de todo el mundo. La filmación comenzará en Buenos Aires y continuará en Nápoles, un lugar importante para los logros futbolísticos de Maradona, luego Cuba, su ciudad adoptiva, y Belgrado, la ciudad del director de cine.


«Mi intención es encontrar y hacer reaparecer la verdadera personalidad de Maradona.» Emir Kusturica.


Esta película supone el encuentro único entre dos titanes, unidos por el exceso, la pasión y el genio. Ningún director vivo podría haber comprendido mejor el explosivo enigma que es Maradona, ningún otro director que no sea Kusturica podría haberse ganado la confianza y la amistad de Maradona: «Siempre soñé con ser un jugador de fútbol y, a mi manera, lo fui.» Por primera vez, Maradona acepta una colaboración plena e íntima y se desnuda ante la cámara del director, para revelar al hombre detrás del mito.


Buenos Aires, 2 de abril de 2005. Es el cumpleaños de Dalma, la hija mayor de Maradona. Kusturica está allí, con dos cámaras y un equipo muy pequeño. Maradona está luchando con sus demonios y las huellas dejadas en su cuerpo: problemas de corazón, peso y rodillas. Es difícil de creer que este hombre experimentará una resurrección como la del fénix. «Es una fuerza de la naturaleza, emana emoción, encanto y gran fuerza. Un ser único», dice Kusturica. Cuatro días después, en el Soul Café, las mayores estrellas de la música latinoamericana se han reunido para celebrar «El Pibe de Oro». Todo el mundo canta y Kusturica es llamado al escenario. El director y el futbolista. El gitano y el rockero. Dos artistas cara a cara. El viaje puede comenzar.

A partir de entonces, los dos hombres expresan continuamente su mutua admiración. En mayo de 2005, Diego Maradona va al Festival de Cannes porque Emir Kusturica es el Presidente del Jurado. Los dos pasan noches locas juntos. Invitado al programa de televisión de Diego Maradona en noviembre de 2005, Emir Kusturica es presentado por el jugador de fútbol como el brillante director, su hermano. Incluso patean algunas pelotas de un lado a otro. El 4 de noviembre de 2005, en la Cumbre de las Américas, Kusturica forma parte del movimiento de protesta organizado contra la llegada de George W. Bush a Argentina. Filma a Diego Maradona en pleno combate político: «Me impresiona su visión del mundo, su humor y su humanitarismo». El 1 de febrero de 2008, durante un concierto de la Orquesta Sin Fumar en Madrid, Diego Maradona, que ve el espectáculo desde el balcón, se sube al escenario y baila con Emir…

La magia de esta película se debe a esta química humana y cinematográfica.

EL RODAJE

Dos gigantes. Rebeldes políticamente incorrectos, más grandes que la vida. Se encuentran, se conocen, comparan tatuajes y otras cicatrices de batalla. Uno nació hace 45 años, en las villas de Buenos Aires, y se convirtió en una leyenda del fútbol a una edad muy temprana. El otro creció en Sarajevo, en un país ahora borrado del mapa mundial, antes de ganar numerosos premios, incluyendo dos Palmas de Oro. Una escribe, produce, actúa, dirige y toca con la Orquesta de No Fumadores. La otra, una vez un dios viviente, antiguo ángel caído, se ha reinventado a sí mismo como un buen padre, presentador de televisión, entrenador y vicepresidente de un club de fútbol. Dos irreverentes e incontrolables personajes del rock ‘n’ roll, unidos durante meses de rodaje: un viaje por carretera a través del extraordinario pasado y presente de Diego Maradona.

Villa Fiorito, Buenos Aires: Después de más de dos décadas, Maradona regresa inesperadamente al barrio pobre donde nació: «Maradona no es de los que se enriquecen y olvidan, nunca perdió su alma. Fue profundamente conmovedor, es su héroe. Fue como si nunca se hubiera ido», dice Kusturica. En la casa donde creció, la estrella y el director hablan de la infancia, la familia y el fútbol. Y la política. Ambos admiran al Che, ambos se oponen al neoliberalismo, al imperialismo y a Bush.


«Descubrí durante la filmación: el profesor de fútbol, el ciudadano políticamente incorrecto y el hombre de familia». Emir Kusturica.


La otra ‘casa’ de Maradona en Buenos Aires es ‘La Bombonera‘, el estadio donde Maradona y Kusturica se unen a la fiesta del centenario del mítico equipo argentino Boca Juniors. La multitud enloquece, saludando a Maradona como un dios. En Buenos Aires, hay bodas falsas, con prostitutas y clientes, organizadas y «consagradas» en el legendario Cocodrilo, un burdel de baile erótico patrocinado por la Iglesia Maradoniana. Esta iglesia, que reúne a más de 100.000 fans, fue fundada en 2000. La congregación se reúne dos veces al año: en Navidad, el 30 de octubre, celebrando el nacimiento de Maradona, y en Pascua, el 22 de junio, el día en que Maradona se anotó un gol con su mano.

Belgrado, junio de 2005: Otra ciudad loca, en cierto modo la gemela de Buenos Aires. Tras reunirse con el Primer Ministro, Maradona y Kusturica visitan el famoso estadio del Estrella Roja, donde el exfutbolista recrea uno de los mayores goles de su carrera, el de la victoria de su equipo Barcelona, el Barça, en 1982. Los dos hombres juegan en el estadio vacío, como hermanos. Maradona parece joven de nuevo: ha perdido 40 kilos desde que comenzó el rodaje.

Nápoles, finales de junio de 2005: El héroe que devolvió el orgullo a su ciudad ha regresado. En pocos segundos, las calles están llenas. Es una revuelta. Lágrimas, histeria, alegría… de los aficionados, muchos de los cuales son demasiado jóvenes para haber visto a Maradona en sus días de gloria. De vuelta a Buenos Aires: El viaje termina donde comenzó: «La película mostrará a ‘los tres Maradona’… Descubrí durante la filmación: el profesor de fútbol, el ciudadano políticamente incorrecto que lucha contra las políticas unilaterales de los EE.UU., y el hombre de familia», dice Kusturica.

Un nuevo Maradona, revitalizado, da su última entrevista a Kusturica. El viaje ha terminado. Una nueva vida comienza para Diego.


MARADONA POR KUSTURICA: 

LA PELÍCULA DOCUMENTAL

La película nos lleva a través de la extraordinaria trayectoria de Maradona, durante el año que Kusturica llamó «el renacimiento de Maradona»: su vida y su carrera, sus triunfos y sus derrotas, los lugares clave de su vida – Buenos Aires, Cuba, Nápoles – hasta el momento decisivo de su renacimiento. Desde sus humildes comienzos en las villas de Villa Fiorito hasta su vida en Buenos Aires, donde vive con su esposa y sus dos hijas: «La idea era iluminar el deseo no cumplido de Maradona, establecer la armonía dentro de su familia», como una película familiar, siempre en el corazón de la intimidad del individuo – bajo el excepcional respeto del Emir Kusturica.

Las dos caras de Maradona. Por un lado, el hombre público, el héroe, el icono, pero también el hombre político apasionado y comprometido, muy cercano a los líderes como Fidel Castro – y un franco oponente de la globalización. Por otro lado, Maradona como nunca antes se ha visto, el Maradona privado: su vida familiar, sus esperanzas, sus miedos, alegrías y frustraciones. A través de Kusturica, Maradona nos invita a ser testigos de sus transformaciones, revelando la humildad esencial que nunca lo abandonó. La oportunidad única de revivir también la felicidad que Diego Maradona nos ha traído a lo largo de los años.



Este «niño de oro» cayó, pero se recuperó y la película de Kusturica nos cuenta no solo el gran hombre que fue, sino también el gran hombre que sigue siendo hoy en día: «Soy un idealista. Para mí, Maradona siempre será más grande que el efecto que las drogas tuvieron en él. Es un artista. Ser un artista, significa superar sus propias barreras, no tiene nada que ver con nuestra sociedad que te pone en un pedestal, para luego destruirte y enterrarte.» Maradona habla de sus años de abuso, revela su humanidad y sus cualidades como gran deportista, que le permitieron superar la adversidad.

En el proceso de filmación, Maradona recupera la salud, se enfrenta al pasado, exorciza sus demonios. Esta es la historia de un hombre que vive de nuevo. Diego Maradona de Emir Kusturica. El resultado es salvaje e intransigente, animado, caótico, rico en emociones. Y musical. Como en la escena en la que Manu Chao canta La Vida Tómbola, su última canción dedicada al astro argentino.

Si yo fuera Maradona

viviría como él

…mil cohetes… mil amigos

y lo que venga a mil por cien…

19.11.20

Leave Her To Heaven (Que el Cielo La Juzgue)


QUE EL CIELO LA JUZGUE

(click en el titulo para ver)



Título original
Leave Her to Heaven
Año
Duración
110 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Jo Swerling (Novela: Ben Ames Williams)
Música
Alfred Newman
Fotografía
Leon Shamroy
Reparto
Productora
20th Century Fox
Género
DramaIntriga | MelodramaCelos
Grupos
Adaptaciones de Ben Ames Williams
Sinopsis
Richard Harland (Cornel Wilde), un joven escritor, conoce en un tren a Ellen Berent (Gene Tierney), una bellísima mujer con la que se casa pocos días después. La vida parece sonreírles, pero Ellen es tan posesiva y sus celos son tan enfermizos que no está dispuesta a compartir a Richard con nadie; tanto amigos como familiares representan para ella una amenaza de la que intentará librarse.
Premios
1945: Oscar: Mejor fotografía en color. 4 nominaciones
Críticas
  • Maravilloso Technicolor para uno de los melodramas más conocidos e imprescindibles de la historia del cine. La bella Tierney, que venía de encandilar en la magistral "Laura" (1944), cambia de registro en esta arrebatadora adaptación de la novela de Ben Ames Williams, declarada por Scorsese como una de sus películas favoritas de todos los tiempos.

14.11.20

MEMORIA DEL SAQUEO




Memoria Del Saqueo de Pino Solanas

(Click en el titulo para ver el filme)

¿Cómo narrar la crisis de un país? ¿Desde qué lugar? ¿Hasta dónde es posible profundizar en sus raíces? ¿Cuáles son sus consecuencias? A fines de los años 60, Fernando Solanas (en aquel momento junto a Octavio Getino) ya se había animado a intentar responder estas preguntas desde el campo del cine, en lo que el propio Solanas definió entonces como “un film ensayo” y que sería La hora de los hornos, una película fundamental en la historia del cine latinoamericano. Casi cuatro décadas más tarde, Solanas, con su ambición de siempre, vuelve a plantearse esas mismas preguntas en Memoria del saqueo, un documental generado al calor de los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre del 2001, pero que trasciende el mero registro de aquellos días de furia para intentar un análisis de la crisis argentina en su conjunto.
El diagnóstico del país no difiere demasiado del de aquel entonces, sólo que ahora el estado de las cosas es mucho más grave. “Los niveles de pobreza que denunciaba La hora de los hornos en los años 60 serían apenas el anuncio del genocidio neoliberal de los ‘90”, comprueba el propio Solanas en Memoria del saqueo. La última crisis que atravesó Argentina fue la más profunda de su historia y Solanas señala con nombre y apellido a los responsables: la dirigencia política local, escandalosamente corrupta, codiciosa y farandulera, pero también los grandes conglomerados económicos y organismos financieros internacionales, que actuaron con rapacidad y alevosía.
Una vez más, como lo hizo siempre a lo largo de todo su cine, desde Los hijos de Fierro hasta La nube, pasando por sus films más recordados, El exilio de Gardel y Sur, Solanas elige el gran gesto, el fresco, la pintura mural, la lente gran angular, que le permite captar la realidad lo más amplia posible: el individuo y todo su contexto. Su nueva película se inicia contraponiendo los grandes rascacielos de la city –la polarización, el contraste, la antítesis son una constante en Memoria del saqueo– con las familias que buscan comida a los pies de esos monumentos a la usura. La cámara está siempre en movimiento, pero su ritmo es sereno, como el de un caminante, que a su paso observa –la figura de estilo es el travelling hacia delante– pero también reflexiona sobre aquello que tiene frente a sí.
La voz en off del propio Solanas va desgranando su pensamiento: “¿Qué había pasado en Argentina, cómo era posible que en un país tan rico se pasara tanta hambre?”, se pregunta. Y allí ya aparece la tesis central de su película: el país fue devastado por un nuevo tipo de agresión, ejecutada en paz y democracia, una violencia cotidiana y silenciosa “que deja más victimas sociales, más emigrados y muertos que el terrorismo de Estado y la guerra de Malvinas”.
Para desarrollar esa proposición, Memoria del saqueo –como ya lo había hecho La hora de los hornos– recurre a una división por capítulos, diez secciones que le permiten buscar un orden a un material de por sí tan amplio, complejo y disperso. En el capítulo inicial, titulado “La deuda eterna” –en términos cinematográficos sin duda el más logrado–, Solanas consigna que “en casi dos siglos de vida independiente, la deuda externa argentina ha sido una de las causas del empobrecimiento y la corrupción” y se retrotrae hasta el primer empréstito firmado por Rivadavia en 1824 conla banca inglesa Baring Brothers. “Desde entonces, la deuda externa estuvo ligada a los negocios y complicidades de todos los gobiernos”, señala, mientras sus imágenes recorren los amplios pasillos y salas de reuniones del Banco Nación y del Banco Central, adornadas con los retratos de sus dirigentes más conspicuos, entre ellos uno de Domingo Felipe Cavallo.
La pequeña cámara digital de Solanas no sólo consigue introducirse en el núcleo de las catedrales del dinero y del poder, que hasta ahora no parecía haber sido registrado en imágenes. También logra que esos enormes espacios vacíos –que filma mientras un ordenanza dispone las tazas de café o una secretaria prepara las carpetas del directorio– sean capaces de expresar las iniquidades que se han perpetrado históricamente detrás de esas lujosas paredes recubiertas de boisserie. En el Ministerio de Economía, Solanas encuentra una efigie de bronce. Y comenta: “Es todo un símbolo que en el Salón de los Acuerdos luzca una estatuilla de Canning, regalada por el gobierno de su majestad británica en 1857, por el honorable reconocimiento de la deuda”.
Algo de ese humor y de esa ironía reaparecen más adelante en “Crónica de la traición”, cuando rescata material de archivo en el que se ve a Carlos Menem jugando al tenis con George Bush (un episodio que Solanas ya había satirizado en El viaje, en pleno apogeo menemista). En “La degradación republicana”, hace del Congreso una suerte de teatro de opereta, en donde un conjunto de figurantes obsecuentes sigue la partitura orquestada por el Jefe, mientras se escucha una pequeña ópera bufa (compuesta por Gerardo Gandini) cuyo leit motiv dice “Somos levantamanos...” Y en “Corporativismo y mafiocracia” le basta con ralentar unas imágenes de archivo de Lorenzo Miguel besándose con Hugo Moyano y Rodolfo Daer para conseguir una pequeña remake criolla de El padrino.
Otros tramos, sin embargo, son más arduos. En “Las privatizaciones” y “Remate del petróleo”, porque Solanas abruma con cifras, datos y estadísticas, tan difíciles de asimilar por su sobreabundancia como por el efecto de desazón que producen. Y en “El genocidio social”, por las imágenes desgarradoras de la miseria y la desnutrición infantil, de la que Solanas hace responsable no sólo a los políticos locales sino también a los organismos financieros internacionales y “a sus mandantes, Estados Unidos y Europa”. Los acusa de imponer “programas económicos neorracistas” y de “crímenes de lesa humanidad” y subraya que sus autores y ejecutores “no deben gozar de impunidad”.
Aún antes de llegar a su epílogo, en el que Solanas reivindica las distintas formas de resistencia popular y confía en que la realidad es pasible de ser cambiada, Memoria del saqueo se impone por su monumental trabajo de síntesis, por la temeridad con que el realizador aborda una materia tan vasta y tan compleja, confiando siempre en las herramientas del cine. En muchos tramos, también, Solanas consigue que sea imposible sustraerse al impacto emocional, casi visceral que produce el film, con sólo dar cuenta de la historia reciente de un país al que todavía le quema la piel. (Luciano Monteagudo)


Dirección

Reparto
Documental
Año / País:
 / Argentina Argentina
Título original:
Memoria del saqueo 
Duración
118 min.
Guion
Fernando E. Solanas
Música
Gerardo Gandini
Productora
Cinesur
Género
Documental

10.11.20

LA HORA DE LOS HORNOS

 

LA HORA DE LOS HORNOS

Obra maestra del cine argento de Pino Solanas y Octavio Getino.

 (Leer la carta a los espectadores con motivo de su reestreno para ubicarla en el contexto de época cuando fue realizada). 

Copia Completa 4 hs 10 min


Link para ver 

LA HORA DE LOS HORNOS

https://m.youtube.com/watch?v=z2HRWWyQ-kY


Título original

La hora de los hornos: Notas y testimonios sobre el neocolonialismo, la violencia y la liberación

Año 1968




"LA HORA DE LOS HORNOS" (L´HEURE DES BRASIERS), 1968.
35 MM - blanco y negro / Documental en 3 partes (difusión en TV en 2 partes: 1º parte 88´ y 2º-3º: 120´) / RODAJE: Argentina / EDICIÓN: Roma / DIRECCIÓN: Fernando Solanas / PRODUCCION: CINESUR S.A. (Buenos Aires) / GUIÓN: F. E. Solanas y Octavio Getino

CARTA A LOS ESPECTADORES EN OCASION AL REESTRENO EN MAYO DE 1989:

Al comenzar esta carta me pregunto: ¿cómo hacer para contarles a quienes nacieron en la fabulosa década del 60 lo que fueron esos años épicos y violentos, liberadores y represivos y llenos de rupturas, sueños y utopías? ¿cómo poder transmitirles lo que significó para nosotros esa época en que teníamos menos de treinta años y desafiando miedos y prohibiciones nos lanzamos a la más hermosa y difícil de nuestras "aventuras" como fue concebir y realizar LA HORA DE LOS HORNOS...?...¿cómo narrarles la violencia institucionalizada y el desánimo imperante luego de más de una década de dictaduras o de gobiernos surgidos sobre la proscripción de las mayorías nacionales? ¿cómo expresarles lo que fue la violencia gorila con el bombardeo a la población civil en 1955 y los miles de confinados en la Patagonia; con los fusilamientos de 1956 y las torturas del Plan Conintes; con la movilización militar de los trabajadores en huelga, más los miles de proscritos y presos políticos que durante esos años fueron una triste costumbre? ¿cómo explicarles el esfuerzo de trabajo, prudencia y organización que tuve que hacer durante la dictadura del general Onganía para poder producir y realizar este primer largometraje con mi productora de cine publicitario, llevarme después a Roma más de 200 latas para terminar su edición y lanzarla sorprendiendo al régimen...? ¿cómo confesarles las innumerables crisis creativas y técnicas, políticas, personales o grupales que en aquella soledad tuvimos que enfrentar junto a Octavio Getino para poder continuar con esta utopía hasta proyectarla a sus espectadores naturales? ¿cómo recrearles lo difícil que nos fue tomar contacto con la clase trabajadora cuando instintivamente tanto los delegados como los laburantes desconfiaban de los intelectuales porque veían en ellos a quienes los habían olvidado o traicionado a lo largo de la historia? ¿cómo contarles la profunda alegría que sentíamos al aprender de la memoria popular la historia prohibida o silenciada del movimiento nacional que era, nada menos que la continuidad de la gesta independientista y anticolonial? ¿cómo hacer para transmitirles el esfuerzo realizado sobre la propia marcha para liberarnos de todas las concepciones dependientes -políticas y cinematográficas- y el goce inmenso que sentimos cuando empezamos a inventar la película a partir de las necesidades y prioridades que teníamos en aquel entonces, concebir y realizar un film que fuera en sí mismo un acto de resistencia contra la dictadura y un instrumento para la movilización, el debate y la discusión política? ¿cómo poder explicarles que viviendo en la ilegalidad más absoluta, clausurado el Congreso, prohibidas las actividades políticas y estudiantiles, implantada la censura, intervenida la universidad y sin perspectiva de cambiar la violencia del sistema por vías constitucionales o legales desde 1955, la experiencia de la lucha del Tercer Mundo alimentaba y enseñaba el camino de la violencia popular como alternativa de liberación? ¿cómo contarles que en aquellos años 60 iba surgiendo en toda mi generación una nueva conciencia, como por ejemplo, descubrir que sólo la oligarquía porteña había usado sistemáticamente la violencia para imponer su proyecto desde los tres grandes genocidios -la guerra contra el gaucho, la guerra contra el Paraguay y la guerra contra el indio- y que en este siglo esa misma oligarquía había derrocado con golpes de Estado a cuanto gobierno constitucional y popular se opuso a sus designios? ...¿no eran ideas a tener en cuenta, padeciendo una dictadura, aquellas del general Mitre cuando en 1874 justificaba su alzamiento contra el gobierno de Avellaneda diciendo que: "Cuando el derecho del sufragio, fuente de toda razón y todo poder en las democracias queda suprimido de hecho (...) la revolución es un derecho, un deber y una necesidad, y no ejecutarla con pocos o con muchos, con las armas en la mano, sería un oprobio"...?


Finalmente, ¿cómo expresarles la alegría y el goce que hemos vivido al constatar que la obra soñada se iba haciendo realidad y que la historia era generosa con nosotros porque en pocos meses LA HORA DE LOS HORNOS pasaba de ser un film maldito a un mito, una leyenda, que ejercía honda influencia no sólo en América Latina sino en Europa y EE.UU.? Por último ¿cómo enumerar lo más extraordinario de este largo proceso y que fueron los cientos de proyecciones en nuestro país a quienes debían continuar la historia en el presente con su práctica política...? ...¿Cómo hacerles sentir las emociones que vivimos, lo que aprendimos en esos verdaderos "actos de liberación" que desencadenaba "LA HORA..." al ser proyectada en casas de familia, parroquias, sindicatos, escuelas o facultades, donde la gente acudía a pesar de la represión...?

Han pasado más de veinte años desde que terminamos LA HORA DE LOS HORNOS. Nosotros, los de la generación de los 60, los que desafiamos el sistema neocolonial y fuimos leales al proyecto de liberación de Perón, los que vivimos la primavera del 73, las persecuciones y el terror, el exilio de adentro o de afuera, el regreso, los que en todo momento luchamos por la soberanía popular y la democracia y tuvimos éxitos y fracasos, hemos actuado siempre por una ética y por principios que aún viven en nosotros para ser realizados. Hoy se ha consolidado el proceso democrático aunque lamentablemente una buena aparte de los problemas denunciados en el film siguen vigentes o se han agravado tanto que aquellos son un pálido reflejo. Ellos están presentes como un espejo de la desigualdad y la injusticia de una argentina ajena y sometida que aún espera realizar su proyecto "... para la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación". Por todas estas razones y para conocimiento de lo que fueron aquellos épicos años 60, es que reponemos LA HORA DE LOS HORNOS.





Título original

La hora de los hornos: Notas y testimonios sobre el neocolonialismo, la violencia y la liberación

Año

1968

Duración

260 min.

País


 Argentina

Dirección

Fernando E. Solanas, Octavio Getino

Guion

Fernando E. Solanas, Octavio Getino

Música

Roberto Lar, Fernando E. Solanas

Fotografía

Juan Carlos Desanzo, Fernando E. Solanas

Reparto

Documental

Productora

Grupo Cine Liberacion, Solanas Productions


Sinopsis

Documental histórico. Está dividido en tres partes: "Neocolonialismo y violencia", "Acto para la liberación" (dividido a su vez en dos grandes momentos:"Crónica del peronismo (1945-1955)" y "Crónica de la resistencia (1955-1966)") y "Violencia y liberación". Muestra la dependencia económica, social y cultural de la Argentina